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Police Love: ¡¡FORBIDDEN!! : Capitulo 6

Título: Police Love:¡¡FORBIDDEN!!
Autor: Meguri
Género: Yaoi
Personajes:
Yoochun (Kuguar) - Ladrón
Changmin - Detective
Yunho - Inspector y tío de Changmin
Jaejoong - Oficial
Junsu - Cantinero
Comandante
Hermanos
Couple: YooMin
Advertencia: Mucho misterio y un ladrón sensual que hará revolcar sus corazoncitos :D
Resumen: Atrapar un ladrón de joyas es la misión que se le encomendó a Changmin, un famoso Detective de la Capital. Sin embargo, el joven detective de seguro no esperará las sorpresas que este, igual famoso ladrón, le tendrá. Acertijos y metáforas son las únicas pistas que tiene Changmin para poder hallar a Kuguar, pero descifrar e interpretar no es el verdadero problema. ¿Qué sucederá cuando detective y ladrón tengan su primer encuentro?

CAPÍTULO 06:
- Sabes, realmente me agrada hablar contigo.

Changmin lo miró y sonrió.

- Que raro. ¿A qué clase de persona le gusta hablar con alguien que está a punto de atraparlo? - Preguntó Changmin tomando la mano de Yoochun y quitándola de su hombro.

- ¿Atraparme? - Se burló Yoochun - Por favor, no me hagas reír. - Dijo.

- ¿Qué te hace estar tan seguro que no lo haré? - Preguntó Changmin entrecerrando un ojo.

- ¿Quieres que te diga todas las razones? - Preguntó Yoochun. - Okey, lo haré. Primero, estás solo. Segundo, estás sin armas, y no puedes llevarme la contraria, si hubieras tenido una, de seguro te hubieras librado de esos dos tipos en un dos por tres. Tercero, aunque no puedo confiar en ti, le dijiste a Jaejoong que no había truco en todo esto, y yo confío en Jaejoong. Además, supongo que quieres recuperar esto, ¿no? - Dijo Yoochun mostrándole la billetera.

"¡Mi billetera!" Pensó Changmin. ¿En qué momento la había recogido? Lo había estado observando desde que lo había ayudado a deshacerse de esos ladrones, y en ningún momento lo había visto acercarse a la billetera.

- ¿Cuándo la tomaste? - Preguntó Changmin recibiéndo la billetera de las manos de Yoochun.

Yoochun sonrió. - Veo que aún te queda mucho por aprender. - Dijo devolviéndole la billetera y comenzando a avanzar.

Changmin apenas tuvo la billetera en sus manos, la abrió para ver por si no le faltaba nada. Aunque en realidad bien poco le importaba eso. La verdad, no quería admitirlo, pero también le agradaba hablar con Kuguar. Y aunque le costara un mundo reconocerlo y fuera por sobre sus principios de Detective, tenía que admitir que si no fuera por Yoochun, quizá esa noche no hubiera vuelto a casa. Por lo menos, no entero.

- Tranquilo, no soy tan patético como para robarte dinero - Dijo Yoochun que había mirado a Changmin de reojo y lo había visto revisar su billetera. - Solo robo cosas de valor a los ricos, no a niños pequeños como tú. - Dijo sonriendo.

- No soy tan pequeño como la gente suele creer. - Dijo Changmin mientras se guardaba la billetera en el bolsillo del pantalón y avanzaba atrás de Yoochun. Lo mejor que podía hacer ahora, era seguirlo. No podía llegar y decirle "adiós" y no saber donde ir. Tampoco quería pedirle indicaciones y decirle que no conocía el camino a casa, y menos mal (de verdad menos mal, Changmin agradecía a Dios por eso) que Yoochun no le había preguntado que qué hacía en un lugar como ese cuando habían quedado de reunirse en la plaza central.

Yoochun retrocedió un poco quedando al lado de Changmin. Ahora caminaban uno al lado del otro. - No me digas. Entonces, ¿cuántos años tienes? - Preguntó Yoochun.

- ¿Porqué te interesa mi edad tan de repente?

- Entonces elige tú, ¿de qué prefieres hablar?. De cuántos años tienes, o de porqué no llegaste nunca al lugar que habíamos acordado, ¿ah? - Le preguntó Yoochun.

"Mierda." Fue lo único que atinó a pensar Changmin. ¿Acaso el maldito aparte de robar, ser un maestro de los disfraces y tener una adicción por los acertijos, resultaba que también era adivino?. Había leído los pensamientos de Changmin.

- Veintiuno - Respondió Changmin de mala gana.

- ¿Veintiuno? - Repitió Yoochun con asombro. - Vaya, sin mentirte, pensé que tenías como máximo diecinueve años.

- Te lo dije, la gente suele creer que soy más joven, aunque no la culpo. - Dijo Changmin - De verdad aparento menos edad - Dijo tocándose el pelo, corriéndose el mechón de cabello que le estorbaba en la cara.

Para Yoochun era inevitable mirarlo. Y no solo porque estaba seguro de que Changmin era la persona más orgullosa, más engreída y más inteligente que haya conocido jamás, sino más bien, porque a parte de eso, era la persona más linda que haya visto, más bien, el HOMBRE más lindo que haya conocido. Era increíble como sus ojos no lo dejaban de encantar. Aunque sonara lo más cursi del universo. A Yoochun realmente le atraía Changmin.

- Aunque igual, podría fácilmente colarme a cosas diciendo que tengo solo diecinueve años. - Dijo Changmin para luego sonreír. Esa manera tan suya de sonreír. Cerrando un ojo más que el otro y mostrando sus dientes blancos, hicieron que a Yoochun se le escapara una sonrisa que, notablemente, ya no podía seguir ocultando.

De pronto Changmin cayó en la cuenta de lo que estaba pasando. Estaba caminando por la calle de noche, cuando el cielo ya estaba oscuro y no transitaba ni un alma, solo a unos cuantos minutos de haber sido asaltado por dos tipos y salvado por nada más y nada menos que Kuguar, el único rival que había tenido desde que había llegado a la capital, y no estaba haciendo nada mejor que caminando con él por las calles, totalmente desprotegido y despreocupado, conversando sobre la edad que tenía y la que aparentaba tener y para empeorar las cosas, estaban sonriéndose el uno al otro. ¿Cómo era posible que hayan llegado a eso? Se supone que quería reunirse con él "supuestamente" para que le explicara el porqué quería robar esa joya, aunque ya le había planteado la pregunta, no había llegado a nada. Y lo más probable es que se fuera de ahí sin una respuesta concreta. Pero también le había pedido verlo, porque de verdad que quería saber ¿porqué rayos siempre que lo veía terminaba como con mil sensaciones distintas? De verdad que quería saberlo. Aunque no encontrara la respuesta esa noche, de algo podía estar seguro con ese encuentro. Realmente había algo en Kuguar que le atraía.

Ahora que por fin había encontrado por lo menos una respuesta a sus preguntas. Tenía que planear e idear una forma de salir de ahí, no podía decirle "se me ha echo tarde" y salir corriendo como damisela en peligro, que al llegar a su casa, lo esperarían las hermanastras con miles de preguntas. Aunque si bien tenía un poco de cierto esa versión, ya que de seguro su tío lo estaría esperando en la casa y apenas llegara lo bombardearía en preguntas. Pero eso no importaba, sabía como tratar a su tío, incluso, sabría de inmediato si estaba enojado o no, le había tocado verlo solo una vez enojado, y no había olvidado jamás su cara. Esa vez estaba tan enojado, que sus ojos irradiaban un enojo realmente indescriptible, su mirada daba miedo, y sus orificios nasales estaban muy abiertos. Si hubiera visto esa cara en cualquier otro momento, de seguro que se hubiera puesto a reír a carcajadas como loco, pero aquella vez, no podía hacer nada más que tratar de aguantar las ganas de llorar. Y todo eso había sido provocado solo por haber perdido uno de sus tan queridos libros. Como sea, no quería volver a ver esa cara nunca más en su vida, y la única manera de evitarlo en este momento era saliendo de ahí. Pero ¿cómo?.

- Si quieres te acompaño a tu casa. - Dijo Yoochun al ver que a Changmin se le había borrado la sonrisa de la cara y que se había detenido de golpe. - Déjame adivinar, te diste cuenta que ya es tarde, pero no sabes exactamente qué hora es, ya que al parecer no tienes ni celular ni un reloj donde ver la hora, ya que si los tuvieras, de seguro esos tipos te lo hubieran robado. Además, si no tienes idea de como llegar a la plaza central mucho menos sabrás llegar a tu casa, ¿no?

Changmin no pudo evitar mirarlo con sorpresa. Una deducción casi perfecta. Y dijo "casi", porque lo único que le faltó adivinar fue que estaba pensando en como salir de ahí.

- De verdad, no es problema para mí acompañarte. Además, aún tenemos una junta pendiente - Dijo Yoochun al ver que Changmin no le respondía y solo lo miraba con una cara de sorpresa. - Toma este encuentro más bien como un "encuentro fortuito". O si prefieres verlo de otra manera, el recorrido de vuelta a tu casa, tómalo como el favor de vuelto.

- ¿El favor?- Dijo Changmin siguiendo a Yoochun que ya había comenzado a avanzar.

- Si. El favor por no haber delatado a Jaejoong. Considera que ahora te lo estoy devolviendo. - Dijo Yoochun serio.

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- Adelante - Dijo el Comandante cuando escuchó que alguien tocaba la puerta de su dormitorio.- Oh, son ustedes. De verdad espero que valga la pena la visita, sino, ya se las verán conmigo por molestarme a estas horas de la noche.

- Descuide mi señor, creo que el tema le interesará. ¿Cierto hermano? - Le preguntó el tipo a su hermano. Y este le respondió solo con un movimiento de cabeza.

- Entonces comiencen a hablar.

- Mire, tal cual como le dijimos por teléfono. Hoy nos encontramos con Kuguar. - Dijo uno de los hermanos.

- Si, ya sé esa parte de la historia. Peo me gustaría saber ¿cómo fue que se encontraron con él? - Preguntó el Comandante.

- Mire, lo que pasa es que ... - El hermano no sabía si seguir hablando, estaba claro que lo que diría a continuación no le gustaría para nada al Comandante. - Estábamos con una víctima y...

- ¡¿Con una víctima?! ¡¿No me digan que de nuevo mataron a alguien?! - Exclamó enfadado el Comandante.

- No matamos a nadie mi señor, pero no tuvimos otra opción que asaltarla, teníamos hambre y la verdad es que no teníamos dinero para comer algo ...

- ¡Pero si yo ya les he dicho la forma fácil de conseguir el dinero! ¡Maldita sea, si tantas ganas tienen de matar a alguien, maten a ese maldito ladrón! ¿No se dan cuenta de que si siguen matando gente por la vida, pronto se darán cuenta de todo? - Les preguntó el Comandante golpeándo la pared con su puño.

- Mi Comandante, no alcanzamos a matar a nadie, solo intimidamos al muchacho con el cuchillo. Y aunque hubiéramos querido matarlo, no hubieramos podido, ya que Kuguar apareció y nos detuvo. - Dijo el hermano que hasta el momento había estado callado.

- ¿Kuguar los detuvo? - Repitió el Comandante - ¿Cómo es eso?, ¿acaso no venía por el dinero esta vez?

- Al parecer no mi Comandante. Y según lo que creemos, desde un principio venía a detenernos. Y según lo que nos dijo, conocía al muchacho de antes. - Dijo el sujeto mirando a su hermano.

- ¿Al muchacho, qué muchaho? - Preguntó el Comandante.

- Le había dicho que un tal Changmin estaba involucrado en esto también, ¿no? - Dijo uno de los hermanos. - Bueno, resulta que nuestra víctima era él - Dijo agachando la cabeza, señal de que estaba listo para recibir un gran reto.

- ¡¿Changmin era su víctima?! - Volvió a exclamar el Comandante.

- Si. Pero no se preocupe, no alcalzamos a hacerle nada. Como le dijimos, Kuguar nos detuvo.

El Comandante se aguantó las ganas de echarlos inmediatamente a los dos de la pieza. Por el contrario, esbozó una pequeña sonrisa después de haber pensado por un rato.

- Interesante. Muy interesante. - Dijo el Comandante sonriendo. - Bien chicos. Esta vez se han gando un premio.

- ¡¿Un premio?! - Dijeron los hermanos al mismo tiempo.

- Sí. Pero antes de dárselos, me gustaría que me hicieran un pequeño favor.

- Lo que sea por nuestro Comandante.

El Comandante sonrió. - Bien, entonces escuchen con mucha atención.

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Yoochun volvió a mirarlo a los ojos. Pero esta vez, su mano ya no solo se encontraba en sus bolsillos. Comenzó a acariciarle la cara, recorriendo cada centímetro de esa piel tan clara, tan suave, tan delicada. Sus dedos se posaron sobre sus labios, y siguió su figura como dibujándolos con sumo cuidado. Incluso, recorría sus cejas, ordenándolas para luego acariciar sus párpados.
La vista de Changmin estaba solo concentrada en dos puntos, los ojos y la boca de Yoochun. Esos ojos que lo miraban con tanto cariño pero a la vez con tanto deseo. Y esa boca, esos labios, que cada cinco segundos eran humedecidos por su lengua. Yoochun comenzó a tocarle el cabello a Changmin, peinándolo, lentamente. Recorriendo cada parte de esa cabellera, pasando los cabellos por entre sus dedos. A pesar de que lo acariciaba, Changmin tenía la sensación de que se hallaba muy lejos de allí, como si Yoochun no estuviera frente suyo. De pronto, Yoochun se detuvo. Sonrió y cerró sus ojos dejando caer una lágrima. Changmin advirtió que la sonrisa de Yoochun moría en sus labios y no llegaba a los ojos.

De pronto sintió que alguien lo movía. Abrió los ojos y lo primero que vió fue a su tío Yunho al lado suyo.

- Changmin, despierta. Son más de las siete, nos volvimos a quedar dormidos. - Dijo Yunho tomando a Changmin del brazo y enderezándolo en la cama.

- ¿Más de las siete? - Dijo Changmin aún con sueño.

- Sí. Vamos, será mejor que te levantes, yo me meteré al baño ahora. Si quieres, ve a ocupar el baño de arriba. - Dijo Yunho saliendo de la habitación, cruzando el pasillo para meterse al baño.

- Está bien. - Dijo Changmin aún medio dormido.

Era segunda vez que se quedaba dormido para ir a la Comisaría. Sin embargo, era la primera vez que soñaba con Kuguar. ¿Qué había sido eso?. Está bien, quizá, como se solía decir, uno tiende a soñar con lo último que le causó una gran impresión. Y claramente, la noche anterior había sido víctima de un robo y casi asesinado por los ladrones, y no era para menos el tener en cuenta el hecho de que Kuguar lo había salvado. Pero haber soñado eso. Exclusivamente eso. Le parecía realmente raro. Lo más normal era que soñara que estaba a punto de atrapar a Kuguar, siguiéndolo por los pasajes de las calles, por los pasillos de un edificio, e incluso por arriba de los techos. Experimentar por lo menos en sueños la sensación de atraparlo y de verlo tras las rejas. Pero ¿porqué rayos había soñado con el momento en que Kuguar acariciaba su cabello?. De verdad, el número de preguntas superaba con creces al de respuestas. Y lo peor de todo, es que solo eran preguntas relacionadas con sus sentimientos. Porque ninguna de ellas era acerca de su profesión de Detective. Changmin se sentía realmente confundido con todo.

- Changmin apresúrate. - Le dijo su tío que estaba en la ducha. Haciendo que Changmin sacudiera su cabeza y saliera de la cama de una vez.

Luego de que ambos se hubieron bañado, salieron prácticamente corriendo de la casa para subirse al auto e irse lo más rápido a la Comisaría.

- De seguro el Comandante nos matará - Dijo Yunho nervioso encendiendo el motor del auto.

- Solo apresúrate - Dijo Changmin poniéndose el cinturón de seguridad.

Como casi siempre que salían de la casa y se dirigían a la Comisaría, se fueron tan rápido como la velocidad del motor y las leyes del tránsito se lo permitieron. Llegaron en menos de treinta minutos. Un nuevo récord.

- Menos mal que decidieron aparecer. - Dijo el Comandante una vez que Yunho y Changmin hubieron entrado en la oficina.- Ya me temía yo el tener que mandar a buscarlos.

- Lo sentimos, Comandante - Dijo Yunho agachando la cabeza. - Se nos hizo un poco tarde.

- Así veo Inspector. Bueno, lo importante es que ya están aquí. - Dijo el Comandante haciéndole señas al Oficial Jaejoong para que cerrara la puerta. - Bueno, ahora que los tres están aquí, tengo un par de cosas que contarles. Para degracia nuestra, nuestro intento de proteger la joya y de atrapar a Kuguar hace unos días atrás, fue un verdadero fracaso. Ese día, aunque no atrapamos a Kuguar, por lo menos, gracias al Detective Changmin logramos proteger la joya.

Changmin al escuchar esas palabras miró hacia abajo en silencio. Era verdad. Kuguar no había podido robar la joya ese día, pero decir que fue gracias a su ayuda, realmente no lo hacía sentir muy bien. Sentía que más que ayudar, en ese momento había sido un verdadero estorbo.

- Pero lamento informarles caballeros, que ayer, mientras todos estábamos plácidamente durmiendo o descansando en nuestros hogares, Kuguar se nos adelantó y robó la Rosa de los Vientos. - Dijo el Comandante haciendo que los tres, el Oficial Jaejoong, el Inspector Yunho y el Detective Changmin lo quedaran mirando muy sorprendidos.

- ¿Está seguro Comandante? - Preguntó Jaejoong preocupado.

- Por supuesto que estoy seguro Oficial. - Dijo el Comandante mirando a Jaejoong.

- Pero, ¿alguien lo vió?. Digo, quizá se confundieron de ladrón. - Insistió Jaejoong.

- Imposible. - Respondió el Comandante alzando un poco la voz. - No había manera de confundirse. Hubieron testigos que lo vieron. Un guardia de seguridad. Además - Agregó el Comandante. - Encontramos esto en la escena del crimen.

Extendió una carta dejándola encima de su escritorio, para que los tres hombres la vieran. La carta decía:

"Descuidados e ingenuos
Fueron mis tres caballeros
Con un gusto que añoro
Vuelvo a mi hogar a disfrutar mi tesoro.

Buen final obtuve ahora en mi misión,
Y la eterna justicia fue ahora derrotada y pisoteada.
Me río ahora en sus caras, hermanos.
La Rosa de los Vientos está por fin en mis manos."

- No hay duda. - Dijo el Inspector Yunho con rabia - Kuguar hizo de las suyas de nuevo.

Changmin terminó de leer la carta y miró al instante a Jaejoong. No podía creer que había sido utilizado por el ladrón. Pero, aún así, había algo que le molestaba. Esa carta, en ninguna parte salía algún tipo de remitente o algún indicio o señal de que Kuguar haya sido su autor. Aunque no podía negar que los poemas eran muy propios de Kuguar, había algo en ese, que le molestaba. No parecía estar muy apegado al estilo de Kuguar. Y aunque él haya sido el autor de esa carta, habían más cosas que le producían una gran inquietud. Primero, por primera vez en la historia de Kuguar, era visto por un guardia. Primer testigo que lograba captar a Kuguar en acción. De ser así, ¿qué le habrá pasado a Kuguar como para dejarse ver tan fácilmente?. Sinceramente, Changmin necesitaba ir y comprobar la declaración del guardia. Segundo, ¿cómo podía ser posible que Kuguar haya ido a robar la joya, si en el momento en que estaban en el museo, no le tomó casi ninguna atención? De echo, Changmin hasta el momento, había estado convencido de que la carta del robo, no había sido nada más que para provocar al Comandante. Y claro, en el momento tuvo que actuar como si de verdad quería la joya. Además, aún quedaba un asunto muy importante pendiente. El hecho de que la noche anterior habían estado juntos.

- Disculpe Comandante, ¿como a qué hora se produjo el robo? - Preguntó Changmin. Haciéndo que todos lo miraran.

- Según el testimonio del guardia, como a las siete de la tarde. - Respondió el Comandante.

Jaejoong miró inmediatamente a Changmin. "¿Cómo es posible que haya sido a esa hora? Se supone que en ese momento deberían haber estado en la plaza central." Pensaba Jaejoong que no dejaba de mirar a Changmin. Además, claramente, no podía creer que Yoochun haya robado la joya. Por dos sencillas, pero muy convincentes razones. La primera era que Yoochun debería haber estado con Changmin en ese momento, y al parecer, Changmin también parecía algo aturdido con la noticia. Y segundo, era completamente imposible que Yoochun lo haya echo. ¡Ni siquiera tenía interés por la Rosa de los Vientos! Había planeado todo lo del robo para probar al Detective Changmin. ¿Porqué se interesaría en robarla, de un momento a otro?. Conocía a Yoochun desde que eran pequeños, y sabía de sobra que Yoochun no era del tipo de persona avarienta y ambiciosa, además, de seguro que si hubiera querido robar la joya, le hubiera contado antes. De verdad, necesitaba ver a Yoochun en ese momento.

Para Changmin, esto realmente merecía ser investigado. Solo veía dos alternativas. El testigo, cabe decir el guardia, se había equivocado, y como decía Jaejoong, no era Kuguar el ladrón que había visto. Y la otra alternativa era que, simple y descaradamente, había sido engañado por Kuguar. Sinceramente pensar en la segunda alternativa, le daba una impotencia y una rabia enorme. ¿Cómo podía ser posible que Kuguar haya robado la joya? Y una pregunta quizá aún más importante, ¿cuándo la había robado y dónde se encontraba la joya ahora?. Si, como dice el Comandante, Kuguar robó la Rosa de los Vientos a las siete de la tarde, entonces, cuando Changmin se encontró con Kuguar, debería haber tenido la joya en su poder. Y si, no había sido a esa hora, y la había robado más temprano, de seguro la noticia hubiera llegado antes a la Comisaría. Aún así, en el último de los casos, si hubiera sido después de que lo acompañó a su casa, hubiera corrido más riesgo al haber robado de noche, ya que como en cualquier lugar, en la noche, es cuando la seguridad es mayor. Definitivamente, Changmin necesitaba hablar con el Oficial Jaejoong y aclarar el asunto.

- Detective Changmin - Dijo el Comandante - Confío en que Usted atrapará a Kuguar.

- Haré lo que esté a mi alcance, Comandante. - Dijo Changmin.

- Espero contar con su ayuda igual, Inspector Yunho. - Dijo el Comandante mirando a Yunho. - Ya sabe, no queremos que su sobrino vuelva a dárselas de General y haga cosas por si solo o ande dando órdenes a los Oficiales.

Todos las miradas se dirigieron a Changmin inmediatamente.

- Cuente conmigo - Dijo Yunho.

- Y por supuesto Oficial Jaejoong, también contamos con Usted. Al parecer, somos nosotros cuatro los que más queremos ver a Kuguar tras las rejas. - Dijo el Comandante.

Changmin y Jaejoong se miraron de reojo, y luego agacharon la mirada.

Una vez que el Comandante hubo terminado de hablarles de Kuguar, comenzó a informarles sobre algunos asuntos que habían ocurrido por la noche, robos en menor magnitud, solo pequeños adolescentes que se las daban de ladrones nocturnos. Algo no tan grave, sin embargo, que merecía ser atendido por la ley.

Cuando terminó de hablarles, los tres salieron de la oficina del Comandante. El Inspector Yunho se dirigió a su oficina a buscar todo lo necesario para empezar con la nueva búsqueda de Kuguar, y el Oficial Jaejoong se iba ir a la sala de interrogaciones para hacer unos trabajos que le había dado el Comandante, sin embargo, no alcanzó a ir, cuando fue tomado del brazo por alguien, y fue llevado a un pasillo vacío.

- ¿Qué es lo que se supone que está planeando Kuguar? - Le preguntó Changmin sin soltarlo del brazo.

- No tengo idea - Respondió Jaejoong cuando se dio cuenta que era Changmin el que , poco menos, lo había arrastrado del brazo al pasillo.

- ¿Cómo que no tienes idea? - Le preguntó Changmin extrañado - O sea que, ¿no sabías que Kuguar robaría la joya?

- Te mentiría si te dijera que tuve algo que ver - Dijo Jaejoong soltándose del agarre de Changmin. - Además, te quería preguntar lo mismo. Se supone que tú y Yoochun se vieron ayer a esa hora, ¿no?

- Bueno, ocurrió un problema y nos tuvimos que ver un poco más tarde. - Dijo Changmin avergonzándose un poco al recordar la razón del "problema".- Pero aún así, necesito que me digas la verdad sobre esto Oficial.

- Te estoy diciendo la verdad. No tengo idea de lo que está pasando. - Dijo Jaejoong.

Changmin miró seriamente a Jaejoong. - Entonces - Dijo Changmin. - Necesito verlo.

- Ni lo sueñes - Fue la respuesta del Oficial Jaejoong.

- ¿Porqué razón no puedo? - Preguntó Changmin.

- Ya tuviste la oportunidad de verlo, supongo que ya aclararon sus dudas. El favor está devuelto. Es todo. - Dijo Jaejoong avanzando, dispuesto a salir de allí. Pero antes de que alcanzara a dar más de tres pasos, fue agarrado nuevamente por Changmin.

- ¡Necesito saber si fue él el del robo! - Exclamó Changmin.

- Lo siento, Detective. No puedo hacer que Yoochun corra más riesgo. - Dijo Jaejoong despacio pero firme.

- Solo quiero preguntarle por el robo, nada más, no estoy ...

- Y si fue él el del robo, ¡¿qué harías?!. ¿Irías corriendo donde el Comandante a contarle? - Le preguntó Jaejoong enfadado.

Changmin movió la cabeza en forma de negación. - Yo no ...

- ¿Y si no lo fuera?.- Preguntó Jae sin dejar que Changmin terminara la frase. - Acaso tú ...

- Si no lo fuera. Atraparía al ladrón sin importar qué. - Dijo Changmin serio. - Es por eso que necesito confirmar que él no lo hizo.

"Necesito confirmar que él no lo hizo" Sonaron como eco en la mente de Jaejoong.

- ¿Tú crees que Yoochun es inocente? - Le preguntó Jaejoong que de verdad empezaba a darse cuenta de que Changmin hablaba en serio.

- No lo puedo asegurar. Pero debo admitir que mis deducciones se inclinan más a que Kuguar es más inocente que culpable.

Changmin y Jaejoong se miraban directamente a los ojos. Estuvieron así como por veinte segundos. Veinte segundos, en los que Jaejoong le preguntaba con la mirada si realmente podía confiar en él. Y Changmin reflejaba un "Por favor" como única respuesta.

- Está bien. - Dijo Jaejoong - Pero si le llegara a pasar algo a Yoochun, te juro que yo mismo me encargaré de tu funeral.

Changmin de verdad sintió la rabia y por sobre todo, la honestidad que encerraban esas palabras. - Descuida, no pienso morir aún. - Dijo Changmin sonriendo, para luego darse media vueltay dejar a Jaejoong solo en el pasillo.

A Jaejoong le costaba creer que había cedido por segunda vez ante la petición del Detective Changmin de verse con Kuguar. De verdad, ahora se sentía como el peor amigo del mundo. Poco a poco se convencía más de que había cometido un error al dejar que Detective y ladrón se vieran por segunda vez. Comenzaba a arrepentirse de lo que había hecho.  Necesitaba ir y hablar con Changmin al respecto.

- ¿No se supone que debería estar en la sala de interrogación Oficial? - Preguntó el Comandante.

Jaejoong al escuchar la voz de su superior, quedó prácticamente de una pieza. Se dio vuelta quedando cara a cara con el Comandante.

- Lo siento, Comandante. Es que surgió algo importante, pero ahora iré a la sala. - Respondió Jaejoong tratando de parecer lo más natural posible por fuera, mientras que en su interior se preguntaba cuánto tiempo había estado el Comandante ahí cerca, y por si había escuchado algo de la conversación que había tenido con el Detective Changmin hace solo un momento. Si había sido así, era hombre muerto.

- ¿Qué puede ser más importante que una orden del Comandante?. Además, recuerde que tiene que terminar cuanto antes con esto, para que pueda ayudar al Detective Changmin y al Inspector Yunho con lo de Kuguar. - Dijo el Comandante.

- Lo sé. Ahora mismo iré a la sala de interrogaciones. - Dijo Jaejoong saliendo de ahí antes de que el Comandante volviera a regañarlo por otra cosa.

Caminó por el pasillo hacia la sala de interrogaciones. De seguro el sujeto al que debía interrogar lo estaría esperando junto con los guardias.
Llegó a la sala, sacó las llaves, abrió la puerta y entró. Para su sorpresa no había nadie, no había ningún guardia, ni mucho menos estaba la persona que debía interrogar.

De pronto escuchó que la puerta se cerraba y a alguien que le hablaba.

- Tardaste demasiado en llegar, Oficial.

Jaejoong inmediatamente se dio vuelta. Quedando frente a frente nada más y nada menos que con el Inspector Yunho.

- ¿Disculpe?. - Dijo Jaejoong completamente desconcertado.

- Se supone que tenías que venir a interrogar a unos sujetos que te pidió el Comandante, ¿no?. - Preguntó el Inspector Yunho acercándose a Jaejoong.

-S-sí. - Respondió Jaejoong nervioso. - Me acabo de encontrar con el Comandante, por eso me atrasé un poco.

- ¿Estás seguro? - Preguntó el Inspector Yunho tocándole un hombro a Jaejoong. - ¿No te habrás atrasado quizá porque estabas planeando ir a ver a Kuguar?

Jaejoong quedó helado. Su corazón comenzó a latir a mil por horas de un segundo a otro. Lo primero que pasó por su mente fue que Changmin lo había engañado. Lo más probable es que después de hablar sobre Kuguar con él, haya ido con el Inspector Yunho y le haya contado todo. Sabía que no tenía que confiar en él. ¡Lo sabía!.

- Creo que esto será noticia para el Comandante, ¿no crees? - Insistía el Inspector Yunho.

Jaejoong seguía mirándolo. Iba a responder, cuando el Inspector habló.

- Veo que quedaste de una pieza, ¿no?. - Le preguntó. - Deberías ver tu cara en este momento, Jae. Junsu se equivocó después de todo, aunque tu cara te delata, no dijiste nada.

Jaejoong captó y entendió lo que estaba pasando justo en el momento en que Yunho se sacaba el sombrero y se arreglaba el pelo.

- Eres un imbécil, ¿sabías? - Dijo Jaejoong.

- Hey, no me culpes. Solo cumplía una apuesta. Si vas a enojarte con alguien, hazlo con Junsu.

- Por supuesto que me enojaré con él, pero el que más sufrirá aquí eres tú, Yoochun. - Dijo Jaejoong - ¿Cómo se te ocurre venir a la Comisaría Central? Y para empeorar las cosas, vienes disfrazado como el Inspector Yunho, ¡¿acaso quieres que te maten?!

- Ni siquiera tú pudiste reconocerme, ¿qué posibilidades tenían los demás de saber quién soy? - Dijo Yoochun sonriendo.- Tienes que admitir que mi habilidad de disfrazarme es perfecta.

Jaejoong no podía negarlo. De verdad no había alcanzado a darse cuenta de que era Yoochun. Pero esa no era razón para llegar y venir disfrazado a la Comisaría.

- ¿Y si te hubieras encontrado con el verdadero Yunho?, ¿qué hubieras hecho? - Le preguntó Jaejoong.

- Sabía exactamente a los lugares que no tenía que ir. Conozco esta Comisaría tan bien como tú. Además, no soy tan tonto como para andar por los pasillos dejando que la gente me vea. Hasta ahora, la única persona que me ha visto aquí así, eres tú.

- De verdad, a veces pienso que realmente quieres estar tras las rejas Yoochun. Lo único que logras con esto, es cavar tu propia tumba.

- Como sea - Dijo Yoochun que no le gustaba discutir con Jaejoong cuando sabía que su amigo tenía la razón. - Al parecer tienes trabajo que hacer aquí. Yo solo venía a comprobar la apuesta, y como siempre, yo soy el ganador - Dijo Yoochun arreglándose la chaqueta. - Ese Junsu dijo que de seguro me delatarías si te veías ante tanta presión. Pero se nota que no te conoce tanto como yo - Dijo mirando a Jaejoong y sonriendo, haciendo que este también sonriera. - Ahora que sé que tenía razón, me voy.

Yoochun iba a abrir la puerta para salir de la sala de interrogación, cuando Jaejoong lo toma del hombro, impidiendo que alcanzara la manija de la puerta.

- Yoochun, ¿tú robaste La Rosa de los Vientos? - Preguntó Jaejoong.

- ¿Que yo qué? - Se rio Yoochun. - ¿Porqué preguntas cosas tan raras Jaejoong? Sabes que no tengo interés alguno en la joya.

- El Comandante hizo llamar al Detective Changmin y al Inspector Yunho hoy día en la mañana a su oficina, para decirles que tú habías robado la joya anoche, a las siete de la tarde. El Comandante tiene un testigo, e incluso encontraron una carta en donde, supuestamente, tú escribías diciendo que tenías la joya en tu poder.

Yoochun comenzó a reír, totalmente despreocupado. Para Jaejoong, la verdad, era que ver a Yoochun reír así, de esa manera, lo aliviaba un poco. Aunque nunca dudó de su amigo, por lo menos ya no tenía esa presión en su pecho.

- De verdad - Dijo Yoochun tocándose el estómago, que al parecer ya le empezaba a doler de tanto reírse. - Si me querías preocupar con todo esto, no lo lograste.

- No es que te quiera preocupar Yoochun. Hablo en serio. Incluso Changmin estaba completamente desconcertado ante la noticia, y me pidió verte de nuevo. Dijo que quería comprobar que tú no eras el ladrón. - Dijo Jaejoong.

Yoochun quedó mirando seriamente a Jaejoong por un buen rato. Si Changmin pedía verlo para comprobar que él no era el ladrón, entonces de verdad al parecer era algo serio. Y además, pedía verlo para COMPROBAR que él no había sido el del robo, o sea que Changmin lo consideraba inocente. Yoochun sonrió ante tales pensamientos.

- Dile que puede verme. Si es posible, me gustaría que fuera esta misma tarde.

- ¿Crees que esto es como pedir una cita con el doctor?, ¿que yo soy tu secretaria y Changmin el paciente? - Dijo Jaejoong un poco enojado. - Yoochun, tu libertad y quizá aún peor, tu vida es lo que está en juego. No te puedes estar viendo con la persona que es tu rival. Changmin lo que quiere ...

- Changmin lo que quiere es saber si fui yo el del robo. Déjalo que vaya y hable conmigo, tú y yo sabemos bien que la realidad es otra. No temas por mí, sé cuidarme solo con ese chico. Además, si mal no recuerdo fuiste tú el primero que hizo que yo me viera con Changmin.

- Por supuesto que fui yo. Pero eso fue una ocasión bien especial, y te consta. ¿Qué querías que hiciera?. ¿Querías que le dijera que no podía verte y que me delatara con toda confianza?. Entiende que si yo no estuviera trabajando en esta Comisaría, quizá tú ya no estarías aquí. - Dijo Jaejoong. Se notaba en su tono de voz que estaba siendo afectado con la conversación que estaban teniendo. Eran muy raras las veces en las que le tocaba discutir con Yoochun.

- Sabes que no me gusta que discutamos de esta manera. - Dijo Yoochun. - Sé lo preocupado que estás por mí, Jae. Pero, por favor, déjame aclarar esto entre Detective y ladrón.

Jaejoong por más que lo intentara, no podía  negarse ante las peticiones de su amigo. Además, en cierta manera, Yoochun tenía razón. Era mejor que él aclarara esto directamente con Changmin. Después de todo el mismo Changmin le había dicho que sus deducciones apuntaban a la inocencia de Yoochun.

- ¿ A qué hora y dónde quieres verlo? - Preguntó Jaejoong.

Yoochun sonrió. - Dile que nos vemos en el bar de Junsu, a la hora que él estime conveniente. Después de todo estaré todo el día ahí.

- Espero que no metas a Junsu en todo esto. - Dijo Jaejoong como broma. - Le daré al Detective Changmin tu mensaje. Ahora si me disculpas, necesito terminar de interrogar a estas personas para luego reunirme con Yunho y Changmin para planear tu próxima captura. - Dijo sonriendo.

- Después me informarás como siempre. - Dijo Yoochun abriendo la puerta para salir del lugar. - Ah, y por cierto, le dije a los guardias y al sujeto que la interrogación era en la sala de arriba.

- Me dijiste que nadie más te había visto como el Inspector Yunho. - Dijo Jaejoong preocupado.

- Si, eres el único que me vio como el Inspector Yunho. Para ellos ocupé tu identidad. - Y sin esperar respuesta alguna, Yoochun salió de la sala.

"No tiene remedio" Pensó Jaejoong moviendo la cabeza. Evidentemente este no era su día, había sido interrogado por las tres personas más importantes y conocidas del cuartel, primero había sido el Detective Changmin, minutos después el Comandante y ahora el supuesto Inspector Yunho. Menos mal que el último solo había sido Yoochun disfrazado, sino, quizá hubiera sufrido una muerte instantánea de solo pensar que Yunho sabía lo de Kuguar. Necesitaba un tiempo para descansar. Pero obviamente lo que mejor podía hacer ahora era seguir como si no hubiera pasado nada, y llegado el momento, dejar que Yoochun se encargara de Changmin.

Changmin luego de terminar de hablar con el Oficial Jaejoong se había dirigido a la oficina de su tío para ayudarlo a organizar las cosas para la captura de Kuguar. Aunque bien sabía que todo eso iba a ser completamente innecesario, ya que Kuguar saldría inocente de esto, tenía que fingir que no sabía nada. Además, podría ocuparlo en su beneficio, ya que quizá el Comandante le pidiera a su tío que fuera a interrogar al guardia, así Changmin aprovecharía de ir con él.

- ¿Está todo listo? - Preguntó Changmin una vez que entró en la oficina de su tío.

Yunho dirigió su mirada a la puerta al escuchar que alguien entraba. - Changmin, eres tú. Sí, estaba leyendo estos documentos de los casos anteriores de Kuguar. Pero es raro, en ninguna parte de todos estos papeles dice que Kuguar haya sido visto por testigos antes. Se me ocurre que quizás haya tenido una razón de peso para robar la joya tan de improviso.

- Yo creo lo mismo Inspector - Dijo Changmin sentándose en el escritorio frente a Yunho. Se alegró un poco al saber que su tío había llegado a las mismas conclusiones, que él había tenido en un comienzo. - Es realmente raro todo esto. - Agregó.

- Si. Me gustaría haber estado yo de guardia en el museo anoche, seguramente hubiera impedido el robo de la joya, y hubiera atrapado a Kuguar. - Dijo el Inspector Yunho haciendo que Changmin lo mirara.

- Hubieramos estado los dos - Dijo - Así, hubiéramos visto si de verdad era Kuguar o no.

- ¿Acaso crees que no es Kuguar el del robo? - Preguntó Yunho extrañado al oír las palabras de su sobrino. - El Comandante dijo bien claro que el guardia lo había visto, además, está el tema de la carta.

- No, no es eso. Solo digo que me hubiera gustado haber estado ahí, para poder ver al ladrón en acción, ya sabes, nadie lo ha visto jamás. Supongo que hubiera sido algo emocionante, ¿no crees? - Dijo Changmin poniéndose nervioso.

- Mmh, tienes razón. - Dijo Yunho mirando un punto ciego en alguna parte de la pared. - Bueno, por eso haremos lo que sea necesario para esta vez atrapar a Kuguar. - Dijo volviendo a centrar su vista en los informes.

"Estuvo cerca" Pensó Changmin. Era raro ... ¿porqué tenía que sufrir todos esos nervios a causa de Kuguar? ¿no le salía más fácil decirle la verdad a su tío y así de una vez por todas atrapar al ladrón?. Si. Esa era una alternativa. Pero el problema estaba en que no podía delatar a Kuguar cuando en realidad, él no había sido el del robo. Por muy Detective que sea Changmin y por muy ladrón que sea Kuguar, no estaba en sus principios el aplicar la injusticia en la gente, aunque se tratara de un ladrón. Si debía atrapar a Kuguar, lo haría cuando este estuviera con las manos en la masa. Pero ... ¿callar no sería complicidad?.

- Changmin - Dijo Yunho, haciendo que Changmin lo mirara - ¿Podrías ayudarme con estos informes?. Así terminaremos más rápido y quizá nos podamos ir antes a la casa.

- Okey - Dijo Changmin recibiendo unos cuantos papeles de las manos de su tío.

"Tiene razón. Entre más rápido terminemos con esto, más tiempo tendré para pensar respecto a los hechos" pensó Changmin antes de que toda su atención se centrara en los papeles que le había pasado su tío.

Comenzó leyendo los primeros, sin embargo, eran los mismo que había leído la primera vez. El caso de la Reina y otros robos a bancos. Changmin no quería volver a leer esos papeles, la verdad, lo único que quería era saber si de verdad Kuguar había sido el del robo o no. De verdad le intrigaba ¿Y qué pasaba si no había sido él?. ¿Por dónde empezaría la nueva investigación para saber quién había sido?. La mejor parte para empezar una nueva investigación era el mismo museo. Alguna pista debía haber en ese lugar, alguna huella, alguna pisada, algún rasguño. Algo que lo ayudara a saber la verdad. O también podía comenzar a revisar la carta que habían encontrado, la carta que supuestamente había dejado Kuguar.

- Inspector - Dijo Changmin - ¿Dónde quedó la carta que encontraron en el museo?

- Creo que debe estar por aquí - Dijo Yunho buscando entre los archivos que estaban encima del escritorio. - Acá está. ¿Para qué la quieres Changmin?

- Veré qué cosas puedo sacar de ella. La verdad, hay algo que me molesta con esta carta, y quiero saber qué es.

- Está bien - Dijo Yunho. - De seguro descubres algo que nos ayude.

Changmin recibió la carta y comenzó a analizarla, estaba dispuesto a no pararse de ahí, hasta por lo menos tener una pista, o como mínimo, haber llegado a una deducción respecto al caso.

Estuvieron los dos sentados leyendo papeles como por dos horas. Ninguno de los dos hablaba ni se quejaba, aunque ambos estaban cansados de tanto leer. Changmin solo se dedicó a ver la carta, tal cual y como había dicho. El Inspector Yunho por su parte leyó todos los papeles que pudo, lo que quería, era lograr encontrar alguna relación entre ese robo y otro anterior, para poder ver si podía sacar algo de información.
De pronto escucharon que alguien golpeaba la puerta.

- Adelante - Dijo Yunho. - Oh, Oficial Jaejoong, ¿viene a ayudar con la investigación?

- No exactamente. - Dijo Jaejoong entrando a la oficina. - Me gustaría hablar con el Detective Changmin.

Changmin entendió de inmediato el mensaje. De seguro le quería hablar respecto a Kuguar. Quizá ya se había puesto de acuerdo con él para que Changmin lo viera y pudiera aclarar las cosas.

- ¿Con Changmin? - Preguntó Yunho extrañado mirando a Changmin.

- Sí. Le pedí al Oficial por si me podía ayudar con algunas interrogaciones que había hecho anteriormente en los robos de Kuguar - Dijo rápidamente Changmin poniéndose de pie.

- Ah, entiendo. Traten de no demorarse mucho. Yo estaré aquí por si me necesitan - Dijo el Inspector Yunho.

- Está bien. - Dijo Changmin saliendo y cerrando la puerta trás de sí.

- Hablé con Kuguar y me dijo que podía verte hoy día. - Dijo Jaejoong después de que Changmin hubo cerrado la puerta.

Changmin se sorprendió. Realmente era eficiente el Oficial Jaejoong, sinceramente había pensado que lo más temprano que lo podría ver sería el día siguiente.

- ¿Ahora? - Preguntó Changmin.

- Por mí, entre más rápido terminemos con esto, mejor. Ven, te llevaré con él. - Dijo Jaejoong dándose vuelta para salir de la Comisaría.

Changmin volvió a sorprenderse. ¿Desde cuándo el Oficial era tan serio y cortante para sus cosas?. Changmin lo siguió por entre las calles y por entre la gente. El Oficial Jaejoong iba muy preocupado. Se notaba que de verdad le importaba Kuguar. Changmin comenzó a sacar sus propias conclusiones, ¿podría ser que ... Kuguar y Jaejoong fueran hermanos?, o más extraño aún, ¿fueran novios?. No, no podía ser. Era imposible. ¿Cómo podía pasársele una idea como esa por la cabeza?

- Hey, Oficial. ¿Estás seguro que podemos salir de la Comisaría así como así? - Preguntó Changmin mientras, prácticamente, corría tras el Oficial Jaejoong.

- El Comandante no estaba en la Comisaría, tuvo que salir por una urgencia, según él. Y ya le avisamos al Inspector Yunho que estarías conmigo. No veo el porqué se puedan enojar por esto.

- Tienes razón. - Dijo Changmin sorprendiéndose del pensamiento de Jaejoong, siempre lo había visto como alguien tranquilo que acataba todas las reglas, era raro verlo de esa forma, saliendo de la Comisaría "sin permiso" y tan apurado. - ¿Dónde se supone que vamos?

- Tranquilo, ya llegamos - Dijo Jaejoong deteniéndose frente a una taberna.

Changmin miró el lugar por fuera. "¿Qué se supone que es esto?. ¿Acaso Kuguar pretendía estar sentado, tomándose unas copas con él, mientras conversaban del robo?". A pesar de lo que pensaba, entró después del Oficial Jaejoong.
Apenas puso un pie dentro, sintió como todas las miradas se dirigían hacia ellos. Nunca se había sentido tan observado, por lo menos no desde que entró a la Escuela de Detectives de Seoúl. Extrañamente, a pesar de que todos lo miraban, y que, teniendo en cuenta de que era una taberna, sintió que más que miradas amenazantes, eran miradas de sorpresa. Por supuesto, que había una explicación lógica para eso, era raro ver que un Oficial y un Detective entraban a una taberna. De seguro todos los que estaban ahí presentes estaban pensando que venían a llevárselos a todos.

El Oficial Jaejoong avanzó derecho por entre las mesas, sin detenerse a mirar a nadie. Solo cuando hubo llegado hasta la barra, Changmin notó que miraba de reojo al cantinero, y que este hacía un gesto afirmativo con la cabeza y luego miraba a Changmin.

- Ven, es por aquí - Le dijo Jaejoong a Changmin mientras avanzaba por un pasillo hasta unas escaleras.

Subieron las escaleras. A Changmin lo tranquilizó un poco el hecho de haber dejado a toda esa gente atrás. No le gustaba sentirse observado y mucho menos por gente como esa. El Oficial Jaejoong se detuvo frente a una puerta y miró a Changmin.

- Ya sabes, si alguien se llega a enterar de esto, eres hombre muerto. - Dijo Jaejoong, para luego abrir la puerta que estaba en frente suyo y dejarle el paso a Changmin para que entrara.

- Lo sé. Y créeme que si alguien se llega a enterar de esto, habrán más personas que me querrán matar. - Dijo Changmin a Jaejoong y después entró en la habitación. Buscó con la mirada a alguien adentro, sin embargo no había nadie.

Apenas entró, Jaejoong cerró la puerta. Changmin se dio vuelta soprendido e intentó abrirla. "¡No puede ser! ¡Me dejó encerrado!" Pensó Changmin con rabia intentando abrir la puerta.

- Dijiste que no eras tan pequeño como la gente solía creer. Entonces, ¿porqué te comportas como un niño haciendo pataletas?

Changmin escuchó aquella voz y se dio vuelta.

- ¿Dónde estabas? - Preguntó Changmin. - Cuando entré aquí no había nadie, y pensé que ....

- Aquí existe algo que se llama baño, estaba ahí. Por si no te habías dado cuenta, soy persona y tengo necesidades. - Dijo Yoochun recostándose en la cama que había en una esquina de la habitación y apoyándose en la pared.

- Solo actué de acuerdo a la situación. Seguro tú hubieras hecho lo mismo. - Dijo Changmin mirando como Kuguar se acomodaba sobre la cama.

- Quizá hubiese hecho lo mismo, quién sabe. - Dijo Yoochun sonriendo.- Bueno, pero dime ¿a qué se debe la visita?

Changmin recordó el motivo por el cual estaba ahí.

- Kuguar, necesito saber si fuiste tú el que robó la Rosa de los Vientos - Dijo Changmin mirándolo fijamente.

- Vaya, veo que al Comandante no le basta con intentar arruinarme la vida, sino que también inventa cosas sobre mí. - Dijo Yoochun sentándose en la cama.

- ¿O sea que no fuiste tú?. - Dijo Changmin mostrando un leve brillo en sus ojos. - Pero espera, yo en ningún momento dije que era el Comandante el que nos había dicho. ¿Cómo lo sabes?

- Creo que me adelanté un poco y averigué unas cuantas cosas antes. No eres el único aquí al que le gusta el misterio, Detective. - Dijo Yoochun - Y por supuesto que no fui yo el que robó la joya. Ni siquiera me interesa.

Changmin no podía evitar seguir dudando. - ¿Cómo sé que no mientes? - Le preguntó.

Yoochun lo miró. Se puso de pie y se acercó a Changmin. Cuando hubo quedado solo a unos cuantos metros frente a él, levantó su mano derecha. Changmin lo miraba, atento a cada movimiento que hacía. Yoochun llevó su mano hacia su pecho, encima del corazón e hizo una cruz sobre este con el dedo índice.

- Lo juro. - Dijo Yoochun mirándolo seriamente.

- ¿Se supone que después de eso debo confiar en ti? - Preguntó Changmin con ironía levantando una ceja.

- No te estoy pidiendo que confíes en mí. Solo te estoy haciendo saber que no miento. Es cosa tuya si quieres creer o no. Pero conociendo tu forma de ser y de razonar, de seguro terminarás creyéndome. Sino, no sé cuál fue el motivo de venir hasta acá. Desde el momento en que le dijiste a Jaejoong que querías venir, sabías que no tenías ninguna otra alternativa que creer en mis palabras. - Dijo Yoochun que de a poco había comenzado a reducir el espacio que los separaba.

- Debo admitir que me sorprende tu forma de razonar, Kuguar. No eres un ladrón común y corriente. ¿Haz pensado en dejar esto de robar y convertirte en Detective? Estoy seguro que estarías entre los mejores de todo Korea. - Decía Changmin, que comenzaba a sentir como su corazón empezaba a acelerar con cada paso que daba Yoochun.

- ¿Detective yo? - Rió Yoochun - Aunque me halaga de sobremanera que esas palabras vengan de ti, mi destino no es ser Detective.

Yoochun ya estaba tan cerca de Changmin como aquella vez en el museo. Y nuevamente quería acariciarlo, quería tocar esa piel tan lisa y suave a la vista. Quería comprobar si de verdad era así. Aquellos dos ojos que no lo dejaban de mirar. Sentía que tenía tanto por descubrir en ese chico. Comenzó a levantar su mano lentamente hacia la cara de Changmin.

-¿ Y ... cuál se supone que es tu destino? - Preguntó Changmin con dificultad. Se le hacía difícil hablar cuando Kuguar estaba tan cerca de él.

¿Cómo era posible que estuviera permitiendo eso? Era como cuarta vez que volvía a pasar lo mismo, Kuguar en frente suyo a una distancia considerada como "no normal" entre dos personas, entre dos hombres, entre lo que de verdad eran , un Detective y un Ladrón. Sin embargo no le incomodaba, bueno, no en parte, porque la verdad es que no podía ordenarle a su corazón que dejara de acelerar a cada segundo y tampoco podía decir que era la mejor sensación de su vida. Sentía que el corazón en cualquier momento se le salía de su pecho.

Yoochun por fin rozó la piel de Changmin con su mano y sin siquiera notarlo, se le formó una sonrisa en su cara. Realmente se sentía suave y delicada la piel de Changmin. No pudo evitar pensar que su vista seguía tan buena como siempre.

- Kuguar, ¿qué haces? - Dijo Changmin casi solo en un suspiro. Haberle preguntado eso a Kuguar no significaba que no le gustaba lo que estaba pasando. Solo que no quería aparecer en el diario a la mañana siguiente como " Detective famoso cae en los encantos de rebuscado ladrón". Aunque obviamente, eso es justamente lo que le había pasado.

La vista de Yoochun que hasta el momento había estado centrada en la mejilla de Changmin, ahora se dirigía a los ojos de este. Ambos se miraban fijamente. Yoochun tomó el mentón de Changmin y comenzó a acercarlo. Changmin ya no tenía ni siquiera la necesidad de oponerse. Siendo conciente de lo que estaba a punto de hacer, no tenía ninguna intención de evitarlo. Pero aún así, no podía creer que estuviera siendo seducido por su rival. Y no solo siendo seducido. En realidad, seducir no era la palabra que calzaba en este caso. Changmin que ya había cerrado los ojos como consecuencia de la distancia a la que se encontraban, los abrió rápidamente y tomó la mano de Yoochun que se encontraba en su mentón. Iba a abrir su boca para decir algo, pero no pudo. Lo labios de Kuguar habían callado los suyos.

Changmin no pudo evitar sorprenderse. Y no era para menos, si realmente estaba besando a Kuguar. O mejor dicho, estaba siendo besado por Kuguar. ¿Cómo se supone que debía reaccionar ante eso?. Aunque no podía quitarse la sorpresa, tampoco podía hacer nada para dejar de ser besado. Tenía que admitirlo, le gustaba lo que estaba pasando.

Yoochun comenzó a mover sus labios en la boca de Changmin. Aquellos labios que realmente habían captado su atención la primera vez que los vio, ahora los estaba probando. Changmin poco a poco comenzó a corresponder el beso, aunque con miedo, más aún con inseguridad. Sin embargo, algo hizo que se separara de Yoochun, algo que toda la gente tiene, sin embargo por la que muy poca suele pelear. Algo llamado Dignidad.

Yoochun miró a Changmin. Quería preguntarle que qué le había pasado, pero ¿con qué cara podría preguntarle eso al chico?, siendo que habían preguntas más importantes que hacerse. ¿Qué se supone que debía decir ahora?. Ya era evidente lo que pasaba, lo que había pasado, pero la pregunta era ¿qué pasaría ahora?.

Changmin tragó saliva. - Se supone que esto no debió haber pasado - Dijo comenzando a asustarse.

- ¿Qué cosa no debió haber pasado? - Preguntó Kuguar que veía como Changmin comenzaba a caminar hacia la cama.

- ¡¿Cómo que qué cosa?! ¿Acaso eres ciego? - Preguntó Changmin con rabia.

- ¿No debiste haber venido hasta acá?, ¿No debimos habernos visto? o ¿no debimos habernos ... besado? - Preguntó Yoochun sentándose a su lado en la cama.

Changmin solo lo miró mientras pensaba en la respuesta que le daría. Yoochun en cambio, antes de esperar una respuesta de parte de Changmin, comenzó a acariciarle el cabello. Changmin se sorprendió y lo miró. En cierta manera no podía hacer nada. Ya no había vuelta atrás, ambos habían dejado bien en claro lo que ocurría entre los dos. Ya los dos sabían que lo que había pasado no podía remediarse.

- Te había dicho que me agradaba hablar contigo, Detective. - Dijo Yoochun aún acariciándole el pelo.

- Tú ... ¿no te arrepientes?. - Preguntó Changmin.

- La verdad - Dijo Yoochun dejando de acariciarle el pelo a Changmin - Es que no del todo.

 

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