Locura – Celos y un Rosario : Capitulo 1

Titulo: Locura – Celos y un Rosario

Autor: Mion
Genero: Yaoi/Slash

Personajes: TVXQ

Couple: Park YooChun + Kim JunSu (TVXQ)

CAPITULO 1 

Luego de aquello, no quise saber más del amor, menuda tontería que solo te obliga a derramar lágrimas. Me repiten incansablemente “De lo que se perdió” se que lo dicen para dame aliento, pero no me ayuda en lo más mínimo. Con mis 23 años y sin una vida amorosa, los que no conocen nada de mi vida ya empiezan a dudar de mis preferencias sexuales, y la verdad es que si, yo también ando dudando. La única mujer que pensé que me quería, me hizo lo que me hizo, me dejo con los aros en frente del altar. Tal vez si encuentro un buen chico me vaya mejor “Por favor hombre, déjate de tonterías” golpes mentales me asaltan en el acto.

Para ser sincero, yo tampoco aun me trago todo lo que ella me hizo. Creí ser un buen novio y es más un buen prometido, pero mi mama siempre me lo advirtió, nada buena me iba traer esa mujer. Ahora me lamento no haberla escuchado, me cegué por completo ante la belleza despampanante de esa persona que ni merece ser llamada, mujer.

Con el plano sentimental en pausa, no he hecho más que estudiar fuerte y con perseverancia para ser uno de los mejores de mi clase. Cosa que logre y de lo que me siento vastamente orgulloso.  Como siempre me dijeron a mal tiempo buena cara.

Como conquistador y playboy soy un buen alumno de psicología, aunque por el momento las continúas protestas por el rechazo al nuevo rector, han suspendido las clases. Ninguno de mis compañeros sabe cuando se reanudaran las labores, aunque dicen que no serán muy pronto. Varios comensales tomaron el plantel, las manifestaciones son pacificas. Todos esperan que se mantengan así. Lo que me saca de quicio es que justamente las clases tuvieron que paralizarse en mi último año de universidad.

Mis padres aprovecharon estas forzadas vacaciones para tomarse ellos una. Ahora están disfrutando de un viaje en crucero mientras yo me pudro del aburrimiento aquí en mi casa, pero mejor ni quejarme porque prefiero estar aquí aunque no saber qué hacer me está volviendo loco.

El reloj marca 4:56 p.m. no he salido en todo el día de casa, ni hambre he tenido. Me acerco a la ventana de mi habitación, corro un poco las cortinas y al parecer hay una mudanza en frente. Pero al parecer solo están trasladando las cosas e ingresándolas a la casa, no veo quienes son los nuevos vecinos. Aunque por las chicas que están alrededor, debe ser una familia con unos hijos jóvenes.

Lo extraño es que la mayoría de muebles es de color negro, cosa que me parece demasiado tétrico. A decir verdad la casa de enfrente estuvo por mucho tiempo deshabitada, ya estaba vacía cuando vine a vivir a esta calle. Lo que llego a oídos de mi madre y luego a los míos, fue que en esa residencia vivía una familia bastante devota, a tal llegaba su creencia que su pobre hijo llego a morir a golpes de su propia madre.

Aquella señora creía que todas las muchachas de esta sociedad estaban manchadas y marcadas, que eran unas completas zorras que no merecían estar con su puro y casto hijo. Pero llego el día en que su querido primogénito se fijo en una joven, y el peor castigo que pudo recibir fue su muerte. Me supongo que el padre nada pudo hacer por su hijo, ya que su mujer era quien llevaba los pantalones.

Solo espero que la familia de enfrente no resulte como la anterior. Y si es así, mejor ni entablar algún tipo de conversación con ellos, porque me resulta enfermizo el devotísmo exagerado. No tengo nada en contra de la religión pero algunos llegan a la hipocresía.

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No sé cuando fue que caí rendido de sueño, pero al despertar el cielo oscurecido y la luna llena me marco que era bastante tarde.  Ahora si mi estomago rugía de hambre, aunque creo que la nevera está vacía, tendré que ir a comprar algo para comer.

La calle esta inclemente, hace un frio devastador que ahuyenta a los transeúntes. Para mi mala suerte la tienda más cercana estaba cerrada, no me quedaba que dar media vuelta y regresar a casa, no soporto el frio.

Creí que era el único demente caminando en medio de la helada, pero no. A lo lejos vi a una mujer que al parece estaba con el rostro desencajado. Nunca la vi por la calle así que supongo que es la nueva vecina o simplemente se perdió.

-          ¡Ayúdenme por favor!

Se veía bastante desesperada, algunos vecinos empezaron a salir de sus casas ante los sufridos gritos de la mujer.

-          ¡Mi hijo! … por favor mi hijo…

Aquella señora al ver que entraba a mi casa, no dudo en abordarme antes de que cerrare la puerta.

-          Joven por favor ayúdeme… ¿no ha visto a un chico de su misma edad, con jeans negros, camisa negra? Es un poco más bajo que usted…llevaba un rosario colgando…

Sus palabras temblorosas y desesperadas, me intimidaban.

-          No, no vi a ningún chico… disculpe…

-          N-no se preocupe…

¿Por qué se preocupa de esa manera de su hijo? Si tiene casi mi misma edad, ya es mayor e independiente de su madre, quizá se fue a tomar por ahí. Que patán al hacer que su madre se preocupe de tal modo.

-          Señora… tal vez se fue con unos amigos…

-          N-no lo creo… mi hijo…e-está enfermo…

¿Enfermo? Pero aun así no entiendo ¿ella se preocupa quizá por el clima?

-          Si no es indiscreción… ¿Qué le pasa a su hijo?...

-          El…t-tiene un trastorno… discúlpeme…

Ahora entiendo, pero entonces la figura cambia. Si sabe que su hijo tiene un trastorno, debió estar al pendiente de este y no dejarlo solo. Que irresponsable. Vi alejarse a la mujer con los hombros alzados, y hasta podría decirse con el corazón en la mano. No puedo negar que me da cierta pena su situación. Quizá deba ayudarla, no pierdo nada.

-          ¿Señora puede decirme en qué momento se dio cuenta de que su hijo ya no estaba en casa?

-          E-eh… recién…

¿Recién? Entonces no creo que este muy lejos.

-          Y… ¿su nombre?...

-          A-ah… mi hijo se llama Junsu…

Jeans negros, camisa blanca, casi mi edad, un poco más bajo que yo y lleva un rosario ¿Podre encontrarlo? Nada pierdo con intentar. Las calles desoladas no me brindaban nada esperanzador. Es mas no se si en la dirección en que voy, haya sido tomada por el también, quizá se fue por el lado contrario al que yo estoy yendo.

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Camine y camine sin dar con el paradero del chico, el frio se densa con el paso de los minutos y lo mejor es que regrese a casa. Pero antes me percate de que había una tienda abierta, eran las 10:30 pm y no muy lejos de mi casa había una abierta ¿Por qué no vine por aquí hace un rato?

Aunque la fachada de fuera no de muy buena pinta, lo importante es que encontré un lugar donde comprar algo para comer. Al ingresar un abuelo que ya estaba durmiendo en un banco era el único que al parecer estaba encargado del lugar.

-          E-eh… S-señor…

Comenzó a abrir sus somnolientos ojos y al divisarme se puso recto dándome una amable sonrisa.

-          ¿Qué va llevar?

La manera en que hablo me pareció sumamente graciosa, pero obviamente no me reí en su cara. Pedí unas bebidas y unas cuantas bolsas de frituras, no será comida saludable pero si saciara mi hambre.

-          Niño toma tu cambio…

¿Niño? Vaya, bueno a comparación de la edad que el anciano refleja, es entendible que me diga niño.  Le di las gracias haciendo una reverencia y Salí ahora si rumbo a casa. Lo lamento por la nueva vecina, pero no pude dar con su hijo.

Al faltarme unas 2 cuadras, me lleve un susto. En la vereda de enfrente iba alguien con una túnica negra, completamente cubierto. Me quede tieso y pegado contra la pared “Que no voltee…Que no voltee”  ¿Quién en su sano juicio camina vestido así por las noches? Solo un demente lo haría.

¿Demente? “Tiene un trastorno…” recordé lo que la pobre señora me dijo de su hijo ¿Y si resulta ser él? Lo seguía con la mirada, al ver que se iba alejando cada vez más, me arme de valor y corrí para averiguar quién era la persona bajo la túnica.

-          ¡Hey tu!

Al parecer no me oyó o simplemente me ignoro. No quiero tocarlo, la verdad es que ahora estoy viviendo un momento de pánico, gracias a mi cobardía.

-          Te estoy hablando…

Se detuvo pero se quedo inmóvil, no giraba. Rayos yo no nací para emociones tan fuertes como estas. Mi corazón prácticamente me está martillando la piel ¿Y si no resulta ser quien supongo?

-          No me interrumpas…

Esa voz ronca no hizo más que ponerme los pelos de punta.

-          ¿J-Junsu?

-          ¿Qué quieres?

Al parecer frustrado se quito la capucha y dio media vuelta. Respire mas aliviado al verlo, tanto misticismo me ponía de los nervios.

-          Déjame decirte que das miedo…

-          ¿Tu quien eres? ¿Cómo sabes mi nombre?

Al tener esa túnica que lo cubría por completo no pude ver el rosario que su madre dijo pero ya esta mas que confirmado que el si es Junsu.

-          Que más da… Tu madre está desesperada porque no apareces por ningún lado… vámonos…

Lo tome del brazo haciendo que avanzara pero bruscamente se deshizo de mi agarre.

-          Arg ¡Suéltame! ¿Qué crees que haces? No soy tan fácil…

-          ¿eh?

Percibí la manera en que miraba la bolsa en donde tenía mis frituras. Bueno que me quedaba, saque una bolsita de papas fritas y se la di.

-          Ahora si vamos…

Enrosco uno de sus brazos al mío e hizo que avanzaremos a paso lento. Bueno aunque a simple vista no parezca sufrir de algún trastorno su comportamiento es un tanto especial ¿Pero de qué problema sufrirá?

Al ver que le era dificultoso abrir la bolsa de fritura, ya que las mangas de su “disfraz” eran muy largas, la tome y abrí. Lo curioso es que ya no me la recibía, si no que abrió la boca esperando a que le diera de comer. Me corrijo, es demasiado especial, su comportamiento es como la de un niño.

Tome una fritura y se la metí a la boca. Me siento tan extraño haciendo esto, pero gracias al cielo ya es bastante tarde y no hay nadie más que él y yo en la calle.

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Luego de unos minutos, en la que hice que se terminara toda la bolsa de frituras estábamos a unos cuantos metros de su casa. Su madre acompañada de otra de las vecinas esperaba fuera aun. Al notar que nos acercábamos esta corrió hacia nosotros bastante compungida.

-          ¡Hijo! Mi vida dónde estabas…porque te saliste así sin avisar…

-          Fui a pasear…

Rio de una manera peculiar, tan despreocupado lo cual hizo que madre esbozara una linda sonrisa también, lo miraba con tal ternura que al parecer el susto y enojo se habían esfumado.

-          Vamos hijo entremos antes de que llegue tu padre… Joven gracias enserio ¿Cómo puedo pagarle por haberlo?

-          Ah no se preocupe, lo importante es que ya está con usted… yo me voy cuídese y téngalo más vigilado…

Cruce la pista para entrar a casa, gire y vi que tanto madre e hijo entraban a la suya también. Me siento aliviado de haberlo encontrado de otro caso me hubiera sentido frustrado.

Una vez dentro de casa fui a la cocina para guardar en la nevera el six pack de bebidas que compre, solo saque uno para tomarlo. Tome todas las frituras que quedaban para llevarla a mi recamara. Estaba subiendo las escaleras, pero escuche que tocaban la puerta. Detrás de esta esperaba la nueva vecina.

-          ¿Si?

-          Eh No sé como agradecerle por lo de mi hijo, es que usted sin conocernos nos ayudo, fue un lindo gesto enserio…

-          No se preocupe señora…

Saco algo de su bolsillo y lo coloco en mi mano.

-          Espero no le incomode… es un rosario de plata, uno igual al de mi hijo…

-          Eh no es necesario…

-          Por favor acéptelo, es una manera de agradecerle…

Bueno después de todo es solo un rosario. Lo guardare.

-          Está bien gracias…

Me brindo una última sonrisa, nos despedimos pero aun tenía una duda que quizá pueda decirme.

-          Señora… puedo hacerle una pregunta

-          Si claro…

-          E-eh… ¿De qué trastorno sufre Junsu?

Al parecer le incomodo mi pregunta, pero era algo que estaba rondando por mi cabeza mientras estaba con él.

-          Es algo tan complicado…

-          Puede decírmelo estoy en mi último año de psicología… así que entenderé…

-          Bueno… pero solo quiero esto no se esparza ya que mi hijo sufre de… doble personalidad…

CONTINUARA…