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Respira [SakurAiba]

Titulo: Respira
Autor: Tatsu
Genero: Yaoi, Romance

Rating: (Edad): G
Personajes: Sakurai Sho x Masaki Aiba [Ohno x Nino - Jun]
Advertencias:
Resumen: "Hazlo otra vez y........¿Podrías respirar, tu corazón está dejando de latir y yo estoy tratando de escucharlo" 



 Escuchó como la puerta principal se cerraba detrás de él, dejó sus zapatillas en la entrada como siempre, lentamente comenzó a arrastrar sus pies por el pasillo.
Por su cara no parecia estar de muy buen humor.
Al pasar por la puerta de la cocina oyó una voz familiar...

"Justo a tiempo Sho kun! La cena está lista, estaba a punto de llamar a los demás"

"Oh.....Que bien"

"Voy a llamar a los demás, enseguida vuelvo"

"Claro"

La voz de Aiba resonó en todo el pasillo, haciendo saber a los ocupantes de la casa que ya era la hora de la cena.
Así uno a uno, Jun, Ohno y Nino salieron de las habitaciones y se dirijieron al comedor.

Todos se sentaron a la mesa, esperando que Aiba sirviera la comida.

"Sho! No sabía que habías vuelto ya de tu cita con Haru chan! ¿Como te fué?"
Preguntó entusiasmado Nino.

"Ahhh....fué genial. Fuimos a comer, luego al cine y terminamos paseando por el parque tomados de las manos. Fue perfecto"

"Awwwww.....Te está volviendo tan blando y emocional mi lindo Sho kun!" Dijo Jun poniendo cara de lamentacion

"Ya callate tonto! No molestes al osito de peluche" Rió Aiba mientras arrojaba los palillos a la cara de Jun

"Y tu......" Interrumpió con una risilla Oho...."¿Ya la besaste?"

Todos estallaron en una carcajada conjunta dejando a Ohno con cara de poker, pues no entendia la situacion.

"Mira que eres tonto amor mio" Le dijo Nino a su despistado novio "Claro que ya se han besado, llevan saliendo casi un año. ¿Que pasa contigo?....baaaaaka
Perdonalo Sho, ultimamente la edad esta haciendo estragos en el"

"Hey!!" Dijo Ohno en un tono recriminante

Nino solo le sonrio y le dio un toquecito en la nariz a modo de cariñito

"Bueno...ya. Dejemos el tema, o el osito de peluche se pondrá incomodo" Dijo Aiba terminando de servir la cena y sentandose junto a Sho

"No soy un oso de peluche...." Dijo Sho mientras hacia pucheros

Cuando acabaron de comer, Nino y Ohno habían desaparecido de la cocina ya que no tenian ninguna intención de ayudar.
Y Sho se levanto de la silla sin decir una palabra dirijiendose a la habitación que compartia con Aiba.
Solo quedaban Jun y Aiba para limpiar la cocina y lavar los platos.
Mientras la figura de Sho se perdia por el pasillo, Aiba solo pudo ver su espalda.... con sus ojos cargados de tristeza solo pudo observar como Sho se alejaba.

"Lo siento" La voz de Jun lo sacó de sus pensamientos

"¿Que sientes? No es tu culpa, no debes disculparte por nada" Respondió Aiba volviendo la cara hacia su compañero, regalandole una pequeña sonrisa.

"¿Alguna vez....pensaste en decirselo?" Dijo Jun con un tono suave

Aiba sacudió la cabeza "No! Claro que no. No quiero arruinar la amistad que hay entre nosotros. Y tampoco quiero arruinar su relacion con Haru chan"

"Voy a guardar mis sentimientos e intentar aclararme, no te preocupes por mi ¿Si?"

"Bien, esto ya quedó limpio" Dijo Aiba arrojando un trapo de la cocina al fregadero "Supongo que ya es hora de irme a la cama"

"Buenas noches Aiba kun! Si necesitas algo.....solo ven a hablar conmigo"

"Ya....Gracias, buenas noches" Respodio Aiba mientras se dirijia a su habitacion arrastrando los pies por el pasillo.

Jun solo se quedo de pie observando a su amigo, odiaba ver a Aiba tan deprimido. Pero no habia nada que el pudiera hacer para arreglar la situacion.

Aiba se detuvo en la puerta de su dormitorio, apoyó su mano sobre la perilla de la puerta. Acercó la oreja a la puerta tratando de escuchar cualquier señal que le revelara si Sho aún estaba despierto.
No había ninguna señal de modo que en silencio giró la perilla de la puerta y entró en puntas de pie, cerrando la puerta detrás de él.
La lámpara de la mesilla de noche que separaba las camas todavía estaba encendida, Aiba pudo comprobar que Sho dormía, o al menos creía que estaba durmiendo. Su respiración era constante, casi roncando. Esa era una buena señal.
Aiba lentamente avanzó hacia la mesita de noche, apagó la luz y se inclinó para tirar de las mantas de Sho, para así poder cubrirlo y que no coja un resfriado.
Aiba se arrastró hasta su cama, retiró en silencio las mantas y se deslizó suavemente entre ellas y el colchon.
Suspirando profundamente, se quedó mirando el ventilador de techo, pensando en que si observaba nada, y pensaba en nada sus ojos se cerrarían y volveria a caer dormido como cada noche. Pero esta noche, las cosas no iban a ser como siempre.
No podía concentrarse en las aspas del ventilador porque el sonido de la respiración de Sho lo distraía, lo sentía tan cerca, como si estuviera respirando justo al lado de su oído. Aiba resopló y se giró de manera agresiva hacia su lado y miró al hombre durmiendo en el otro lado de la habitación.
Miró a su rostro y maldijo en silencio a Jun y su estupida idea de vivir todos juntos como una familia. - El solo queria hacernos sentir bien...no es su culpa -Pensó para si mismo Aiba. -Aunque bien podría haber buscado una casa con mas habitaciones.....
Sabía que no debía observar a Sho si alguna vez quería deshacerse de las mariposas y las náuseas que el otro le ocasionaba. Pero no podía apartar la mirada, era imposible.
Sho siempre parecía tan tranquilo, pacífico y bello cuando estaba dormido. Con la boca ligeramente abierta, los ronquidos suaves retumbando en la habitación y con la baba cayendo poco a poco por la esquina de su boca. Aiba sonrió para sus adentros y enterró la cabeza en las mantas para reprimir la risa que estubo a punto de salir de su boca.

Aiba respiró por la boca y exhaló por la nariz, la risa desapareció rápidamente. Volvió a mirar a Sho......y sólo siguió mirando. Simplemente, no podía apartar los ojos de la opersona que se encontraba frente a él. Esta fue una de las muy pocas razones por qué se sentía feliz de vivir juntos y compartir habitación. Podía observarlo en silencio, y guardar cada mueca de su rostro y cada sonido en su mente. Pero su sonrisa se volvió a desvanecer en el momento que vió a Sho revolverse entre las mantas.
"Estás mirando"
Aiba parpadeó. Pensó que Sho simplemente habló en sueños.

Los ojos de Sho aún estaban cerrados y una pequeña sonrisa encontró su camino en los labios. Los ojos de Aiba se abrieron y cerraron rápidamente, fingió estar dormido, con la esperanza de uqe Sho realmente estubiera hablando en sueños.

"Sé que estás despierto, Aiba." Sho murmuró de nuevo. Aiba se asomaba entre las sabanas, descubriendo solo sus ojos y miró a Sho quien aún tenia los ojos cerrados y esa sonrisa estúpida todavía dibujada en sus labios.

"¿Cómo sabe que todavía estoy despierto?" Se preguntó incredulo Aiba a sí mismo. Y como si le estuviera leyendo la mente, Sho habló una vez más, "Puedo sentir sus ojos en mí, Aiba. No me he dormido todavía. Esataba esperando por ti". Él sonrió y abrió los ojos para ver a un inexpresivo Aiba con la boca abierta. Sho sólo sonrió.

"¿Huh?" Aiba soltó sin siquiera pensarlo. Se dio cuenta de que Sho lo había estado engañando todo el tiempo fingiendo dormir. Y ahora Sho le sonreía..... que hermosa sonrisa tiene pensó Aiba, luego solo ocultó su rostro en la almohada.

"Está bien. No podía dormir de todas formas. Ahora ven aquí". Sho alzó sus mantas sobre el costado vacío e hizo un gesto a Aiba para que entrara. Aiba levantó la vista de la almohada. "Sólo entra aquí." Lo alentó Sho, acariciando el espacio vacío.

Aiba lentamente quitó las mantas que cubrian su cuerpo, se sentó con cautela en el borde de la cama y echó fuera sus piernas. Se puso de pie, sin saber realmente lo que estaba haciendo, solo dejando a sus pies llevarlo donde quisieran ir. Terminó en el otro lado de la cama de Sho, y el otro simplemente lo miró con una sonrisa divertida. Aiba se deslizó debajo de las mantas que Sho había arrojado sobre el.

"Enserio... tan dificil fué?" Sho sonrió. Aiba movió lentamente la cabeza.

"Muy bien, ahora vamos a dormir." Y así, Sho agarró a Aiba, lo rodeó con su brazo y cerró los ojos, apretándose la cabeza en el pecho de Aiba. No pasó mucho tiempo hasta que Sho cayó dormido, Aiba con la respiración agitada y fuertes latidos en su pecho intentó calmarse. Aiba miró de nuevo a Sho, podia ver su frente, sus cejas, el puente de la nariz.....

"Aiba" murmuró el hombre que supuestamente dormía y Aiba se congeló, "Estás mirando de nuevo ... y me haces cosquillas". Hizo una pausa. Aiba contuvo la respiración, esperando que Sho de nuevo. Sho continuó con sus palabras "Hazlo otra vez y........¿podrías respirar, tu corazón está dejando de latir y yo estoy tratando de escucharlo" Apretó la cara aún más al pecho de Aiba. Aiba lo miró con los ojos muy abiertos. Sho lo observó con solo un ojo abierto, "Hey. Respira". Ordenó. Aiba así lo hizo. Tomó aire y luego exhaló, consiguiendo que su corazón volviera de nuevo a un ritmo normal para el hombre que reposaba en su pecho. Sho sonrió y murmuró un "gracias".

Aiba no sabía lo que estaba sucediendo. Ciertamente no era un sueño porque Sho estaba ahí, realmente exigentdo que repirara, y se acercara a él. Acaso Sho no sabía lo que estaba haciendo? Luego Aiba se congeló de nuevo y con miedo pensó "Él no puede estar enterado de mis sentimientos, ¿no?"

"Aiba". Sho le dio un golpecito. "¿Quieres reaccionar? Respiras o no respiras? Yo prefiero que respires" Murmuró frustrado Sho.

"Lo siento". Susurró Aiba mientras volvia a respirar de nuevo. Sho se acurrucó más, envolviendo sus brazos alrededor de Aiba y tocó la curva de unión entre el cuello y la cabeza de Aiba, se sentía comodo asi.

Aiba esperó un rato antes de decidirse a hacer lo que estaba a punto de hacer. "Sho." -Susurró-. El hombre dormido se movió y le acarició más profundo en el cuello. "Tengo algo que decirte". Sintió el aliento de Sho haciendole cosquillas en el cuello. "Te amo". Le susurró su confesión, muy tranquila y suavemente, con la esperanza de que Sho no lo oyera. Entonces sintió unos labios besarle el cuello por un tiempo prolongado. Y luego esos mismos labios sonrieron contra su cuello y el hombre dueño de esos labios se acurrucó aún mas contra Aiba, y finalmente, se sumió en un profundo sueño.

Aiba no pudo pegar ojo esa noche. Su mente se estaba volviendo loca, saltaba en todas direcciones, no podía sentirse tranquilo.

Llegó la mañana y Aiba tuvo su oportunidad de salir de la cama de Sho antes de que este despertara. De mala gana, se apartó y se deshizo del tibio abrazo de Sho, lo hizo en silencio, se deslizó de la cama, y salió fuera de la habitación. Vió Jun en la cocina sirviéndose una taza de café. Aiba de inmediato corrió a su lado.

"Alguien se ha despertado pronto esta mañana" Comentó Jun con una sonrisa mientras bebía su café.

"No dormí en toda la noche." Respondió Aiba casi resoplando

"Está bien, entonces, alguien estuvo ocupado durante la noche" Continuó Jun con una risita.

"Jun ~!" Gimió Aiba, casi llorando

"Bien bien! Por Dios, ¿qué te pasa?" Preguntó Jun y se apoyó en el mostrador.

"Esa es la cosa! Yo no sé exactamente lo que pasó!" Gritó Aiba en voz baja.

"..... ¿Por qué hablas tan bajito? Respondió Jun también en voz baja

"No estoy hablando bajito" Dijo Aiba meneando su cabeza y hablando casi en un susurro

-Sí, lo haces!. " Respondió Jun... en un susurro también.

"No, no es verdad" Dijo Aiba en voz baja, totalmente obvio, su cerebro colapsó probablemente debido a todos los de signos de interrogación que ahora lo atormentaban en su mente. Pero reacciono por la mirada con la que Jun lo acusaba.

"¡Está bien! Lo que sea! Basta! Sólo dime qué demonios ha pasado antes de que vaya y se lo pregunte directamente a Sho!" Se quejó Jun.

"¡No!" Gritó Aiba, arrojándose sobre Jun, poniendo una mano sobre su boca.

"Dios Aiba estas congelado" Se quejó Jun mientras quitaba la mano de su boca. "Bien, ahora empieza desde el principio. ¿Qué pasó?"

Aiba respiró hondo y largo. "Anoche ... Sho dijo que no podía dormir y me dijo que fuera a la cama junto a él y lo hice. Y entonces él me agarró y me abrazó y no me dejó ir. Y yo pensé que estaba dormido así que... accidentalmente murmuré que lo amaba y esas cosas..... " Aiba jugaba con sus manos, totalmente avergonzado. Luego levantó la cabeza y alzó la voz casi en un tono de protesta y sufrimiento al mismo tiempo, "Entonces va, y me besa el cuello!" Aiba volvió a agachar la cabeza "Luego solo me abrazó mas fuerte y sonrió" Gritó de nuevo, pero esta vez en un susurro. Jun lo miró por un segundo, y entonces se deshizo en carcajadas.

"No es gracioso, Jun." Se quejó Aiba.

"Bien bien, lo siento." Hizo una pausa, frenando su última parte de la risa. "Bueno, entonces eso es genial! Eso quiere decir que ahora lo sabe todo. ¿No estás contento?" Aiba se sentó en una silla y metió la cabeza entre sus manos, "Yo no lo sé. ¿Qué pasa con su novia?"

"No te preocupes por eso, dejaselo a él. Si oyó tus sentimientos y los acepta, solo debe cortar con ella. Tan simple como eso". Jun dio unas palmaditas en la espalda de Aiba.

Aiba suspiró y sintió como Jun le dió una patadita en la pierna. Miró hacia arriba y Jun señaló con la cabeza en dirección a la entrada de la cocina. Aiba se dió la vuelta y vió a Sho caminar medio dormido chocandose con las cosas a su paso, su cara estaba oculta debajo de la capucha de la sudadera que llevaba puesta.

Sho lo vio mirando y esbozó una enorme sonrisa y abrió la nevera para buscar una botella de zumo.Aiba rápidamente desvió la mirada. "Uh, creo que ya es hora de irme al gimnasio" tartamudeó y se levantó para irse. Sho solo sacudió la cabeza y sonrió.

"Entonces.... ¿Vas a salir tu también?" Preguntó Jun mientras veía a Sho intentar beber el zumo con una mano y con la otra ponerse sus zapatos.

"Tengo que ir a romper con una novia". Sho le guiñó el ojo, lo saludó con una sonrisa y abandonó el apartamento.

"Lo sabía". Murmuró Jun para sí mismo, y vió como Aiba entraba disimuladamente de nuevo en la cocina.

"¿Se fue?" Preguntó Aiba.

"Sí, y él está en camino directo a romper con su novia. Así que definitivamente...Ya lo sabe" Comentó Jun, y Aiba gimió otra vez dándose la cabeza contra la mesa.

"Oye es algo muy bueno. Sé feliz". Lo alentó Jun.

"Bueno, voy a ir a despertar a los dos tortolitos". Dijo Jun casi llorando.

"Buena suerte.... diviértete." Respondió Aiba mirandolo con una sonrisa burlona.

Siempre era una tortura despertar a Nino y Ohno. Ellos siempre estaban desnudos, enredados entre si, o en medio de un espectáculo de sexo matutino, y eso no era del agrado de Jun, siempre se sentia avergonzado de verlos en plena accion.
Jun llorando, giró el pomo de la puerta, rogando que aún estubieran dormidos.

-Fin -

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